El fundamento es el uso de la voz hablada como recurso sonoro y de creación de atmósferas, con el objetivo de recuperar la expresividad del sonido frente a la exclusiva valoración de la dimensión informativa del texto. Se busca, en este sentido, resensibilizar al público respecto de la materialidad de los sonidos del lenguaje. 

Además de su aplicación en producciones escénicas, el repertorio de señas ofrecido en este libro constituye un valioso entrenamiento vocal, por lo que también pretende ser un aporte lúdico a la práctica de la voz hablada expresiva, campo en el que se observa una vacancia de materiales de apoyo. Del mismo modo, puede ser aplicado en juegos de infancias y jóvenes, en usos terapéuticos o pedagógicos, entre otros. Así, esta publicación resulta una contribución de aplicación concreta, tanto para el entrenamiento como para la producción de puestas teatrales y espectáculos.

El texto fue creado por la docente-investigadora de teatro Flavia Montello y un grupo de estudiantes - Micaela Cacheda, Luca Gasparini Traversa, Sofía Suez, Mariana Travín y Ángeles Verta- en el marco de un Proyecto de Investigación en Creación Artística de la Sede Andina de la UNRN.

 Montello explica que las señas se utilizan principalmente para la “altura, la intensidad, la velocidad de la expresión hablada, todo ello en consonancia con la musicalidad. Hay señas para cada vocal y consonante y para lo que denominamos gestualidad del lenguaje. O sea, con qué matiz expresivo vas a decir el texto. También si habrá dúos, solos, o si habrá algún aporte libre individual”.